
Sobre la base de su rendimiento medio en innovación, los Estados miembros se clasifican en cuatro grupos distintos en función de sus resultados. Alemania, Dinamarca, Finlandia, los Países Bajos y Suecia son «líderes en innovación», con un rendimiento muy por encima de la media de la UE. Austria, Bélgica, Eslovenia, Francia, Irlanda, Luxemburgo y Reino Unido son «innovadores fuertes», con un rendimiento ligeramente por encima o próximo a la media de la UE. El rendimiento de Chequia, Chipre, Croacia, Eslovaquia, España, Estonia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y Portugal se encuentra por debajo de la media de la UE. Estos países son «innovadores moderados». Bulgaria y Rumanía son «innovadores modestos» con un rendimiento en innovación muy por debajo de la media de la UE.

España, un innovador moderado
España está considerada como un innovador moderado, con ratios inferiores a la media de la UE. El rendimiento en innovación, creció de manera estable hasta 2013 para luego desplomarse drásticamente sobre todo en 2015. España queda por debajo de la media europea en la mayoría de los indicadores y únicamente destaca en sus publicaciones científicas internacionales. El indicador más débil tiene que ver con los retornos obtenidos de licencias y patentes internacionales.
